Cincuenta
sombras más oscuras es la segunda entrega de la
trilogía. En ella, Ana, deprimida por haber pasado cinco días
sin la compañía de Christian, no puede resistirse
cuando le propone reanudar su tórrida y sensual relación.
Negocian
algunos cambios para que resulte más
fácil y llevadero, sobretodo para Anastasia; un
término medio entre el «sexo pervertido» y
la «relación vainilla». Lo que ninguno
de los dos se espera es la aparición de Leila, una ex sumisa
de Chrisitian que, perdidamente enamorada de él, trata de
suicidarse para llamar de nuevo su atención. Pero lo que Grey
siente por Ana es demasiado fuerte, aunque él aún no lo
sabe. Christian sufre todos los síntomas de novio celoso,
llegando a tomar medidas con el jefe de su pareja. El
odio de Ana hacia la señora Robinson se intensifica cada vez
más.
La
relación ha cambiado; es más personal, íntima —pero
no referido a lo erótico—,
más romántica. A Christian le aterran los sentimientos
que Ana despierta en él, y la posibilidad de que un día
pueda abandonarlo. A pesar de que desearía confesarle
sus Cincuenta Sombras, su introversión y su miedo
a lo que desconoce le frenan. Pero, finalmente, le confiesa su amor.
En
un momento de desesperación en el que Grey cree que ha llegado
el fin, y para escapar de ello, le propone matrimonio.
Aquí el libro Cincuenta sombras más oscuras
Aquí el libro Cincuenta sombras más oscuras
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